La mousse de grosella negra con salsa de yogur es un postre elegante y refrescante que combina la acidez y el color vibrante de las grosellas negras con la suavidad de una mousse y la cremosidad del yogur. Aquí te dejo la receta para prepararlo.
Ingredientes:
Para la mousse de grosella negra:
- 300 g de grosellas negras frescas o congeladas
- 100 g de azúcar
- 2 hojas de gelatina (o 5 g de gelatina en polvo)
- 250 ml de nata para montar (crema de leche)
- 2 claras de huevo
- 50 g de azúcar glass
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
Para la salsa de yogur:
- 200 g de yogur natural (griego o regular)
- 2 cucharadas de miel o azúcar (ajusta al gusto)
- 1 cucharadita de jugo de limón
Instrucciones:
Preparación de la mousse de grosella negra:
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Preparar las grosellas: Si usas grosellas congeladas, deja que se descongelen. Luego, colócalas en una cacerola junto con el azúcar y cocina a fuego medio durante unos 10 minutos, hasta que las grosellas se ablanden y suelten su jugo.
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Hacer un puré: Pasa las grosellas cocidas a través de un colador fino o un chino para eliminar las semillas y obtener un puré suave. Deja que se enfríe un poco.
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Preparar la gelatina: Si usas hojas de gelatina, sumérgelas en agua fría durante unos 5 minutos para hidratarlas. Si usas gelatina en polvo, sigue las instrucciones del paquete para hidratarla. Luego, disuelve la gelatina en el puré de grosellas tibio, asegurándote de que se mezcle bien.
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Montar la nata: Bate la nata hasta que esté bien montada y forme picos suaves. Reserva en la nevera.
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Montar las claras de huevo: En otro bol, bate las claras de huevo a punto de nieve. Cuando estén casi firmes, añade el azúcar glass poco a poco, y sigue batiendo hasta obtener un merengue firme y brillante.
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Mezclar la mousse: Añade el puré de grosella negra con gelatina a la nata montada, mezclando con movimientos envolventes para que la mousse quede aireada. Luego, incorpora cuidadosamente las claras montadas con movimientos envolventes hasta que la mezcla sea homogénea.
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Refrigerar: Vierte la mezcla en copas o moldes individuales y refrigera durante al menos 4 horas, o hasta que la mousse esté firme.
Preparación de la salsa de yogur:
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Mezclar los ingredientes: En un bol, mezcla el yogur con la miel o azúcar y el jugo de limón. Ajusta la dulzura según tu preferencia.
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Refrigerar: Guarda la salsa en la nevera hasta el momento de servir.
Montaje:
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Servir la mousse: Una vez que la mousse esté firme, sácala de la nevera.
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Añadir la salsa de yogur: Vierte un poco de salsa de yogur por encima de cada porción de mousse justo antes de servir. Puedes decorar con algunas grosellas frescas o menta para darle un toque final.
Consejo:
Si prefieres una mousse más suave, puedes reducir la cantidad de gelatina. Además, para un toque extra de textura y sabor, puedes añadir unas galletas trituradas en la base de las copas antes de verter la mousse.
Este postre es una combinación deliciosa de sabores ácidos y dulces, con una textura ligera y cremosa que lo convierte en el final perfecto para una comida especial. ¡Disfruta de esta mousse de grosella negra con salsa de yogur!